El Dios Griego....el Dios Griego es esa especie de hombre que existe, pero que casualmente no tenemos la suerte de estar entre sus brazos, o más bien de que él esté entre nuestras piernas. Nos gusta, nos pone, es nuestro mito erótico, y lo sabemos. Tenemos que vivir con ello...
Un día llegas a cualquier sitio y lo ves, da igual que te gusten los morenos, los rubios o los pelirrojos, porque aunque no sea tu tipo te gusta. Lo conoces, y sabes que es él....lo miras, lo remiras y babeas, más bien pierdes las bragas en ese momento, y no pasa nada, a todas nos pasa. Sabes que es él porque te muerdes el labio y estás pensando que te perderías en sus manos y en otras partes de su cuerpo, te entran los calores y quieres arrancarle la camisa a mordiscos y que te empotre en cualquier superficie.
Además de estar muy bueno, porque lo está, el tío es inteligente, simpático y súper comprensivo, vamos...el hombre diez, y claro, tú maldices a todos los astros por el hecho de que no te haya tocado ese hombre a ti, y haya otra con suerte que lo tenga, en caso de que no sea gay. Pero no, no caerá esa suerte, seguro que es un empotrador nato y le encantan las mujeres.
Ese Dios Griego se convierte en tu mito erótico, reconocerlo, más de una vez vas a tener fantasías con él, y perfecto, porque nunca decepciona en ellas. Y no te lamentes de no tenerlo porque quién sabe, quizás si hubiera pasado algo con ese HOMBRE ya no sería el DIOS GRIEGO.
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