Salí de la ducha con la toalla puesta y me asomé a la ventana, estaba lloviendo y en el equipo de música sonaba I put a spell on you de Nina Simone. Me toqué los labios, aún me dolían de la noche anterior, cuando él estuvo besándome durante horas...me gustaba recordar su sabor, era el recuerdo de que había estado ahí. Seguí delante de la ventana unos minutos más, me gusta ver llover, me relaja y me hace olvidar todo lo que existe a mi alrededor. Y entonces lo sentí....no me había tocado, pero allí estaba su olor, como una droga que yo quería tomar horas y horas. Lo vi en el reflejo de la ventana, su esculpido torso desnudo, el pantalón del pijama cayendo en sus caderas y sus oblicuos perfectamente marcados, ¿qué tendrán los oblicuos que nos gustan tanto? Sentí que sus ojos verdes, bajo esas pestañas tremendamente largas me estaban devorando, y cerré los ojos cuando me despojó de la toalla para dejarme desnuda, mi cuerpo no sabía si iba a ser capaz de aguantar otro asalto como e