Te propongo un plan, dejemos de ser nosotros mismos por un día. Encontrémonos en un lugar escondido, coge el coche y vayámonos a algún lugar que esté súper lejos, dónde tu no seas tú y yo no sea yo. Pon música, Piazzola mejor, ya sabes que me encanta, porque reconocelo, sabes todo de mí; y no me abraces, no quiero que me abraces, quiero que me empotres, que me empujes contra la pared y me muerdas la clavícula porque me encanta; quiero que me hagas chillar de placer, que me quede ronca de tanto gemir; quiero que me enseñes dónde está mi limite de orgasmos; que me dejes agotada pero con ganas de pasar mis uñas por tu estómago, con ganas de morderte el cuello y marcar algún rincón de tu cuerpo para considerarlo mío.Quiero mirarte a los ojos mientras te corres, me va a encantar ver la cara que pones y saber que he sido yo quién lo ha provocado. Podemos hacer un descanso para coger fuerzas, llévame a la ducha, o mejor te llevo yo, y de pie, con las piernas enroscadas a tus cadera